Preguntas frecuentes

Muchos factores pueden causar pérdida auditiva infantil, como el nacimiento prematuro, complicaciones al nacer, exposición a sonidos fuertes, infecciones o medicamentos ototóxicos (perjudiciales para el oído).

Si tiene pérdida auditiva, no está solo. Alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida auditiva incapacitante, de las cuales aproximadamente 34 millones son niños. (Organización Mundial de la Salud, 2019).

Muchos factores pueden causar pérdida auditiva, como el proceso de envejecimiento, genética, enfermedad, exposición al ruido y acumulación de cerumen, entre otros.

Hay tres tipos básicos de pérdida auditiva: conductiva, neurosensorial y mixta. El tratamiento de la pérdida auditiva depende del tipo y nivel de pérdida auditiva de la persona.

La pérdida auditiva conductiva es el resultado de problemas en el oído externo o medio causados por infecciones, acumulación de cera o líquido, tímpanos perforados u otosclerosis (desarrollo óseo anormal). Este tipo de pérdida auditiva suele ser temporal y a veces se puede corregir o tratar con la eliminación de cera, medicamentos o cirugía.

La pérdida auditiva neurosensorial es causada por problemas con la cóclea y el nervio auditivo. Puede ser el resultado del envejecimiento o la exposición a ruidos fuertes. Aproximadamente el 90% de todos los problemas auditivos en adultos se deben a la pérdida auditiva neurosensorial, que puede tratarse con audífonos y ocasionalmente con cirugía.

Una pérdida auditiva mixta tiene elementos de pérdida auditiva conductiva y neurosensorial. Esto significa que hay daño tanto en el oído externo como en el interno. El oído externo no puede conducir el sonido correctamente al oído interno y éste no puede procesar el sonido que se envía al cerebro.

Una infección bacteriana por meningitis puede causar pérdida auditiva a cualquier edad. Más del 30% de los casos de meningitis bacteriana tienen como resultado algún grado de pérdida auditiva, desde una sordera leve a profunda.

Hay más de 200 medicamentos, tanto recetados como de venta libre, que pueden llevar a la pérdida auditiva. Son conocidos como fármacos ototóxicos, ya que pueden causar pérdida auditiva temporal o permanente.

Sí, el ruido extremadamente fuerte o prolongado puede dañar su audición.